Viernes, 03 de Mayo del 2024
Miércoles, 08 Agosto 2018 02:04

Vándalos

Vándalos Escrito Por :   Irma Sánchez

Está visto que las autoridades citadinas ponen el mejor y mayor de sus esfuerzos para entregarnos una ciudad limpia, ordenada, con los servicios necesarios.


 

¿Y qué pasa?

 

Entre todos la desordenamos, ensuciamos y pareciera que queremos destrozarla.

 

Resulta imperdonable que cuando los más pequeños, de acuerdo con las recomendaciones en la escuela y por todos los medios, nos corrigen para poner la basura en su lugar, se ha desatado un grupo de vándalos decidido a llevarse todos los contenedores color verde oscuro que fueron colocados para depositar la basura en las calles de mayor tránsito.

 

Esta situación ha dado por resultado que la gente llega y deposita su basura y hasta bolsas de desechos en el poste donde estaban asegurados los contenedores, lo cual genera que en unos minutos el sitio se convierte en un verdadero muladar para regocijo de perros y ratas.

 

Así la ciudad que comenzaba a lucir limpia, nuevamente luce sucia, con montoneras de desechos en las calles.

 

A esto debemos sumar la reproducción de grupos de mujeres chiapanecas que luciendo sus enaguas y camisas de lana bordadas se instalan en los cruceros de la ciudad para pedir limosna.

 

El problema es que además de estirar la mano para pedir una moneda, quien las regentea los deja desde las 10:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde, en grupos de 10.

 

A lo largo de su jornada tienen necesidades que satisfacen ‘haciéndose casita’ entre ellas sobre los camellones y zonas de jardines.

 

En sus cruceros de operaciones muchas personas pasan y les comparten la botella de agua, el contenedor con alimentos, pastelillos, dulces. Todo lo consumen y dejan la basura en su punto de operaciones, con lo cual en unas cuantas horas se convierte en un basurero.

 

Cuando las mujeres presentan su ciclo menstrual dejan huella por donde se mueven, contaminando el medio.

 

Sobre este grupo de chiapanecas en la administración del alcalde Eduardo Rivera se hizo un censo, se estudió su situación y el Ayuntamiento las regresó a sus comunidades de origen.

 

Hoy están de vuelta y día con día se multiplican y no hay autoridad que dé seguimiento al tema, que averigüe quién las trae, las maneja, en qué condiciones, dónde duermen, cómo viven, qué fin tienen los recursos que recolectan, en fin.

 

No se trata de negarle apoyo a grupos vulnerables, pero sí de poner orden para evitar que sigan llegando desde Chiapas y se instalen en cada vez un mayor número de cruceros de Puebla.          

 

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