Desde el pasado 24 de abril entró en vigor el decreto de la reforma que regula la subcontratación de personal pero permite la subcontratación de servicios especializados o de ejecución de obras, siempre y cuando no formen parte del objeto social ni de la actividad económica preponderante con la que esté dada de alta la empresa. 

Muchas veces hemos escuchado que el marketing hace y deshace marcas, proyectos, influencers y productos que, independientemente de que sean buenos o no, pueden convertirse rápidamente en  marcas que compitan en el mercado. Sin embargo, no debemos dejarle toda la responsabilidad del buen  posicionamiento de nuestra empresa a la estrategia de publicidad; sino también, debemos fortalecer el beneficio real que damos a nuestros consumidores.

Dicen que la información es poder, y hablando de tu negocio, mucho más.

Uno de los más grandes problemas a los que nos enfrentamos todos los emprendedores o empresarios al salir al mercado es sin duda, ponerle precio a nuestro producto o servicio.

Al igual que en relaciones amorosas, en una empresa o pequeño negocio debemos procurar mantener la atracción en nuestros clientes y en esta vuelta de confinamiento… debes prestar mucha atención en eso.

Una de las primeras cosas que queremos hacer a la hora de emprender es tratar de economizar en la mayoría de cosas para ajustarnos a nuestro presupuesto inicial.

El crédito es una herramienta que puede ayudarte a apuntalar tu negocio, siempre y cuando sea deuda buena, pero para saber utilizarlo debes tener un amplio conocimiento de finanzas; sin embargo, hoy te hablaré de algo que sí es dañino para tu negocio, que puede convertirse en un lastre y que, por querer hacerlo crecer, puede hundirte: dar crédito excesivo a tus clientes.

En varias ocasiones he abordado el tema de ser socialmente responsables y sobre tener muy en cuenta que los negocios son extensiones de nuestra propia vida, por ello, como base fundamental del desarrollo de nuestro entorno y fuente de riqueza, nuestra empresa debe aportar valor a la sociedad, en la parte externa a través de nuestros productos o servicios y con nuestros clientes internos para formar mejores personas.

Siempre he dicho que los negocios son una extensión de nuestra vida, cada área requiere atención y preparación muy particular pero, aun cuando tengas todo en perfectas condiciones y esté súper planeado, hay otros factores en la ecuación que son externos a ti, que no puedes controlar y que, al final del día, impactarán de una u otra forma… para ello debes aprender a ser resiliente y tener claro que nunca puedes depender de una sola alternativa.

Una de las herramientas más poderosas en la vida es ‘La buena negociación’ y me refiero con ello a la suma de habilidades blandas, planeación, argumento y capacidad para lograr acuerdos que beneficien a todos.