Arturo Fernández Tanús es un empresario muy cercano a Gali Fayad, tanto que durante su mini gobierno fue designado subsecretario de Economía en la Secotrade. Su hermano Bernardo fue presidente del Patronato del Sistema Estatal DIF en el periodo 2017-2018 y actualmente es Jefe de Oficina de Fernando Manzanilla Prieto en la Secretaría General de Gobierno.

Con estas modificaciones sustanciales, no es aventurado señalar que en el primer tramo del gobierno, tanto Ricardo Velázquez —consejero jurídico—, Rodrigo Osorio —jefe de Oficina— y quien sea designado particular, tendrán un papel poderosísimo en la gestión de los asuntos del gobernador, mientras a primera instancia, Fernando Manzanilla —como titular de Segob— luce disminuido en comparación a las funciones que tenía como SGG.

La sabandija Rojas Díaz Durán visitó ayer Puebla con pésimos resultados. Aunque su tocayo Armenta le juró y perjuró que estaría junto a él y le reuniría pesos pesados, a la mera hora lo abandonó y el suplente de Ricardo Monreal terminó con pura pipitilla. Es decir, su nivel. Ningún personaje de nivel aceptó acudir a la reunión pipitillesca.

Es imposible detallar todas y cada una de las triquiñuelas de ese título de concesión, siempre desfavorables para los intereses de Puebla, pero la principal es que en caso de revocación o de rescate, deberán pagarse las utilidades por el plazo restante de la concesión. Si en promedio obtienen 150 millones de utilidades, el gobierno de Puebla debería pagar alrededor de 3 mil 600 millones de pesos. Es una atrocidad.

A punto de culminar ese breve instante como gobernador, culminación dorada a una carrera política llena de laureles, ayer el Maestro Pacheco rindió cuenta de esa última misión que la Historia, con mayúsculas, le dio en tiempos complejos. No era el héroe que esperábamos, sino el que tuvimos.

En resumen, pues, Alejandro Armenta quiere posiciones en el gabinete del próximo gobernador, y para eso recurre a su adicción a los pasquines, como ya en campaña tuvo “bajo la trinchera”. Su arma de ataque ahora se llama “Estado 21” y su francotirador es la ‘fichita’ corrupta de Alfredo Páez Cruz, un impresentable.

Este caso es un claro ejemplo de lo que en términos políticos se conoce como “Puerta giratoria” (fenómeno en donde se da una circulación sin obstáculos de altos cargos entre el sector público y el privado) y prevaricato; pues los abogados de la parte acusatoria llevan ventaja sobre el acusado por haber sido quienes prepararon la averiguación, al tratarse de la aplicación del código procesal penal hoy abrogado.

Este día, CAMBIO publica lo que un puñado de reporteros pudimos entender de ese título de concesión, un documento técnico-jurídico de gran complejidad que políticos, abogados y expertos llevan analizando semanas o meses. Tal como viene planteado en ese título de concesión, en caso de rescate o extinción, el gobierno de Puebla se obliga a pagar en calidad de indemnización un concepto denominado “FLUJOS LIBRES DE EFECTIVO” por los años que resten de vigencia. Es decir, las utilidades.

En el fondo, la renuncia de Urzúa confirma la inviabilidad económica del modelo de López Obrador. Los 500 mil millones de pesos que prometió en campaña, resultado de la honestidad en el ejercicio del dinero público, nunca aparecieron por ningún lado. Todavía los siguen buscando, y lo único que encuentran son nuevos recortes, nuevos despidos. Abren cajones y los encuentran vacíos

Barbosa y López Obrador compartieron un dato común. La situación más grave en Puebla se vive en tres municipios: Puebla capital, Tehuacán y San Martín Texmelucan. Con base en los datos, el presidente autorizó al gobernador electo a intervenir en esos tres ayuntamientos con vigor con el objetivo de relanzarlos. Esa intervención, como ya lo adelantó el gobernador electo, se dará en cinco rubros: transparencia, contraloría, obra pública, combate a la corrupción y seguridad pública